Me encuentro recostado en mi cama después de un largo día de trabajo, me siento agotado y mis ojos se cierran de cansancio, sin embargo hay una luz que aun ilumina pero no la quiero apagar… De pronto empiezo a ver a mí alrededor y todo está iluminado, hay luces por doquier, colores, muchos colores que me rodeando y porcada uno de esos colores encuentro recuerdos…
Parecía que había caído a un pozo bastante profundo o había entrado a una cueva donde cada vez había menos luz, ya no podía encontrar mi camino y peor aún, estaba perdiendo el sentido del mismo, simplemente estaba siguiendo con los ojos cerrados cegado por la rutina y agobio, ya no quería eso, ya no mas…
De pronto me detuve, y lo primero que pensé fue ¿Qué hago aquí?, ¿Por qué estoy siguiendo este camino que ya no se a donde me lleva? ¿Por qué sigo esta ruta sin opciones… sin color?... Fue cuando al girar un poco la cabeza me di cuenta que había un pequeño rayo de luz que salía de arriba y dejaba ver un poco el suelo donde estaba parado, parecía que era una señal , parecía que algo me estaba eligiendo…
Me senté sobre el suelo a pensar que era lo que iba a hacer con mi vida, me despoje de la mochila que todo este tiempo había traído cargando y me dio curiosidad revisar el contenido. Al abrirla me di cuenta que traía una pequeña bolsa de terciopelo con un cordel que la cerraba, al abrirla, salieron algunas canicas… cada una representaba un sueño que con el tiempo iba guardando.
Al tomar una de ellas, la coloque sobre aquel reflejo de luz y de pronto empezaron a pasar rápidamente varias imágenes de mi vida formando un flashback. Empecé a ver desde que era pequeño y cada uno de esos momento que sonreía por haber logrado alguna meta, que podía compartirlos con mis padres y abuelos y saber que estaban orgullosos de mi, de pronto la imagen se puso blanca y reflejo mi persona… en ese momento me di cuenta que este era uno de esos momentos que debía de sonreír, ahora es cuando he logrado demostrarme a mí de lo que soy capaz de lograr y que no me es fácil parar… en ese momento fue cuando todo lo que tengo en este momento se puede reducir a nada, sin embargo aun me tengo a mi… empezamos de nuevo? En ese momento aquella canica se desvaneció en mil partículas de polvo que empezaron a esfumarse poco a poco e hicieron aquel orificio por donde entraba la luz más abierto.
Volví a meter la mano a mi mochila y encontré un cuaderno con un porta minas, al abrir el cuaderno, todas las paginas estaban en blanco… creo que era momento de empezar a utilizarlo, de empezar a poner contenido dentro de ese libro, de empezar a escribir una nueva historia… y de nuevo otra de las canicas que había sacado, se esfumo y pudo hacer el orificio aun mas grande, ya podía ver muchos más colores a mi alrededor…
En ese momento me levante y decidí seguir adelante… no se cual sea la principal razón, no entiendo la causa que lo provoca, pero simplemente no me puedo dejar vencer, no me puedo doblar, aun no… De pronto sentí como empezó a erizarse mi piel y por dentro me empezó a recorrer una sensación de escalofrío, troné mi cuello y respire profundamente y comencé a destruir aquel lugar donde me encontraba, empecé a quitar piedra por piedra hasta dejar pasar toda la luz posible, el sonido de mi alrededor, el calor de los que me rodean.
Fue hasta ese momento cuando de verdad me volví a sentir vivo, cuando volví a sentirme… Cuando pude darme cuenta de todo lo maravilloso que puede haber alrededor y sobre todo lo increíble que es vivir, sentir, llorar y reír… Lo maravilloso que es disfrutar de aquella sensación en el estomago cuando alguien que ha dejado una huella bastante fuerte en tu vida de nuevo aparece y de nuevo te mueve todo tu ser. Lo maravilloso que es volver a estar con tus seres queridos y volver a llenar tus pulmones con su delicioso aroma, lo increíble que es tener una sonrisa pintada por verte al espejo y ver como la magia de nuevo esta recorriendo tu ser…
Y después de estar radiante y de nuevo tener esa sensación de que la magia está presente, siguen llegando las sorpresas poco a poco… paso un ave de sal, que después se convirtió en una princesa y en propia mano me entrego un pergamino, al tomarlo regreso a su forma original y desapareció en vuelo. Me detuve a leer la nota que decía lo siguiente:
“Imposible atravesar la vida…
Sin que un trabajo salga mal hecho,
Sin que una amistad cause decepción,
Sin padecer algún quebranto de salud,
Sin que un amor nos abandone,
Sin que nadie de la familia fallezca,
Sin equivocarse en un negocio,
Uno crece cuando no hay vacio de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni perdida de fe
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo para vivirla,
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que crece por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando se supera, se valora, y sabe da frutos
Crece cuando se abre camino dejando huellas, asimilando experiencias, ¡Y sembrando raíces!
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sosteniendo formación, sensible por temperamento… ¡Y humano por nacimiento!
Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.
Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.
Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores…
¡Y de encenderse con residuos de amor!
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder…
Cuando se defiende como águila para no dejar de volar…
Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.
Entonces…
Uno crece
Y crece cuando cree, espera y confía en su creador!”
Al terminar de leer la nota, metí la mano a la bolsa y tome una canica al azar, la empuñe y sin ver el sueño que deparaba comencé a correr…
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